Desde hace tiempo, al menos en la parte occidental del mundo, parece haberse impuesto una subjetividad colectiva refractaria a creer en y a soñar con salidas deseables al capitalismo.
A la vez, la realidad realmente existente pare y sostiene, tenaz, múltiples iniciativas que huyen del sálvese quien pueda individualista, de las alienaciones del empleo capitalista, de los mandatos patriarcales o del capitalismo digital.
En este curso nos gustaría enfrentarnos a los afectos devastadores del “no se puede” para dotarnos de herramientas capaces de reconocer, fortalecer y multiplicar discursos y prácticas que construyen de forma cotidiana otros mundos posibles y mucho más deseables.